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Finde de Goyas, y demás.

 

Temporada de barbecho aparente aunque sin parar de idear historias y valorar posibilidades. Un poquito de ansiedad por no poderlas llevar a cabo yayaya...

 

Veo los Goya, de acuerdo en que forma parte del show business, pero por ver algo, oyes.

 

Siempre autofelándonos, es así... Siempre hablando de familia (ya tengo, gracias). Siempre reivindicaciones vacías en parte.

 

Veo la sala, me fijo en las mujeres actrices. La mayoría carecen, y perdón, de personalidad, de estilo propio, salvo excepciones como, guste o no, Cayetana Guillén Cuervo o Nerea Barros. En los hombres sí hay amalgama de personalidades y caracteres, quizá porque el físico pasa a un segundo plano. Penilla un poco.Paso del tema, es lo de siempre.

 

El ministro Wert en la sala. Ok. Se meten con él. Ajá, pero sin morder demasiado, no vaya a ser que se me deniegue la subvención, nos metemos por aquello del quedar bien, pero ojito, con gracia...

 

Salvo Pedro Almodóvar, ole su coño moreno!!! Más clarito agua: "Hola, amigos del cine y de la cultura, ministro Wert, usted no está incluido en este grupo." Pa empezar, con dos cojones..

 

Y más blablabla, sonrisitas para el gran público, los premios, las actuaciones de unos pocos, etcetc... Discursos de agradecimiento. Perdones a las familias y amigos por el escaso tiempo prestado (poca gente nos aguanta).

 

Y llega el gran momento: Antonio Banderas, que sííí, que como actor regulero, pero el tío a base de trabajo y constancia ahí está. Y fue el único en el que se atisbó un poquito de autocrítica.

No puedo parafrasear porque no me acuerdo, pero venía a decir algo así como que en época de crisis está bien quejarnos, pero que también debemos huir de la mediocridad y hacer cine para la gente, para la gente normal y lograr que vayan al cine por gusto. Que no somos seres especiales, que bajemos a la tierra... que no es el único sector en crisis, y que la crisis es el estado natural del artista. Por definición.

 

 

 

Recordando a Peter Brook en una parte del libro "El espacio vacío", se pregunta por qué en Nueva York y en Londres la gente no va al teatro, por qué ni se lo plantean. Habla del precio de las entradas y del teatro mortal, el teatro muerto.

No hace una crítica devastadora de los actores, directores, ni de la creatividad de éstos (algo así como que no se hacen cosas malas por falta de talento y ganas, sino a veces por una simple necesidad alimenticia), ni del público ramplón; es más inteligente y observador, hace un análisis de la situación. 

Habla de la realidad, ni más ni menos, de las presiones económicas de los teatros, de las programaciones huecas, de las presiones de las compañías por hacer un trabajo con el tiempo justo, o por la simple necesidad de pagar unas facturas. Todo esto deriva en un teatro monótono que al público no le apetece ver. O de una caricatura del teatro, llegando al simple formalismo del hecho social teatral. El máximo exponente de ésto sería la ópera, que desfasada en el tiempo, emociona con la música y el canto, pero la parafernalia escénica y de impostación "actoral", hacen que sea haya convertido en un artificio que no es capaz de evolución artística.

 

 

Teatro muerto.

 

El público no va a descubrir nada nuevo, no va.

 

Pero no aboga por un cambio radical. Habla de no negar esa realidad y adaptarse a ella. No quejarse del público, la sociedad y la educación.  Es decir, coger la base emocional y artística de las obras clásicas y adaptarlas a hoy en día, no escenográficamente, etcetc. sino en esencia, la esencia humana, ésa que no ha cambiado e interesa, y ofrecerla, porque ése es el verdadero valor de la obra. El valor de Hamlet está en sus dudas, no en que sea un príncipe Danés medieval.  La esencia de una obra está en el mensaje humano encarnado por los actores convenientemente dirigidos, no en los trucos escenográficos ni en las apariencias de dirección que se olvidan de la importancia humana actoral..

Al público hay que reconciliarle con el buen teatro, no hay que obligarle a ir pa que nosotros comamos..

Y todo ésto sin dejar de comer, de ésto también habla. 

 

Las salas y teatros no arriesgan, es un hecho, y es comprensible, también tienen que sobrevivir. Cierto es que exigen a las pequeñas compañías esfuerzos grandes para demostrar su rentabilidad y calidad (todo el día tratando de dar fiabilidad), pero es su dinero y no quieren perderlo, obviamente; no lo neguemos ni lloremos, yo lo haría también, eso no va a cambiar a corto plazo. Si las salas no arriesgan a programar obras, llevémoslas a otros espacios. Hace unos días leí un artículo de una autora y actriz catalana, cansada de intentar vender su obra por las salas sin éxito y las llevó a domicilios, por necesidad pura y dura. Como Meyerhold durante toda su vida. Como todo dios. Necesidad y riesgo. 

Hoy, esa obra se la ha comprado una productora para llevarla a los teatros. A ver cómo termina la historia. Pepinazo...  ...o quizá la obra debió quedarse allí.

 

No perdamos el norte (menos mal que hay Barbras por el mundo), no nos acomodemos que nos cargamos nuestro arte.

 

O por lo menos seamos honestos. Menos business y más show. pero del de verdad, no el de pegolete.

 

Buenas noches...

 

 

 

Arriaga, viernes, la ría a punto de salirse de su cauce, y aquí estamos señora, viendo La calma mágica.

 

Por aquello de que son de aquí y no son profetas en su tierra.

 

Sorprende al entrar el poco aforo. No sé, no eran unas entradas tan caras.

 

La escenografía, sencilla, como a mi me gusta, y tres simples entradas y salidas y la sencillez del asunto hacen que cada objeto que interviene cobre vida.

 

El tema me gusta, el momento en el que decides qué hacer con tu vida en la edad madura, cuando tus sueños se desvanecen y cada vez estás más desencantado con todo.

Cuando te quedas sin padres (toco madera) y tienes que aprender a ser huérfano, es decir, a ser tu propio referente y ser el propio responsable de todas tus decisiones.

 

Al principio promete, las dos interpretaciones parecen naturales pero detrás se aprecia el trabajo. Me gusta la idea de los monguis de la sinceridad.

 

Comienza la alucinación.

 

Me río un montón con la absurdez de las nuevas tecnologías y los líos obsesivos que se montan con nuestra imagen, hasta perder la cabeza. El personaje que se encuentra confundido, abatido y temeroso del fracaso, me identifico. 

Pero la historia, en la que aparecen todos esos elementos tan ricos y más que se me olvidan, se va desvaneciendo hacia la segunda mitad, para dejar paso a trucos escénicos que se ahogan en unas interpretaciones que se van diluyendo hasta volverse estáticas y en momentos, llenas de técnica, pero se tornan falsas y sin conexión con la escena (se oye un disparo y nadie reacciona, sólo después). Con lo cual, una vez más el propio montaje se antepone a la interpretación.

Me ha pasado más veces al ver una obra así. Se antepone el efecto de lo contado a lo que quieres contar, de tal manera que lo que cuentas acaba convirtiéndose en un tema ridículo comparado con todo lo que ha acontecido en escena. Como si el montaje fuera por un lado, y el mensaje por otro.

Para los que hayan visto la obra será fácil de entender. Cada personaje tiene su momento de sinceridad, su monólogo. El monólogo final del protagonista en el que habla con su padre. 

Son tantas las cosas que se le han podido pasar por la cabeza durante toda la obra, que la simpleza, que no sencillez, del mensaje final, me parece eso, simple, infantiloide, adolescente, para mí no bien interpretado y no bien dirigido. Cuando lo que se ha visto durante una hora y cuarenta minutos es  mucho más rico si se deja al espectador tener sus propias reflexiones.

Con estas cosas yo me desencanto, porque de repente ves que la interpretación no ha sido tal, no sé, yo me entiendo. 

¿Por qué tenemos la manía de dejar un mensaje como pequeños dioses creativos si el público desde que es público y el teatro desde que es teatro lo hace por nosotros? Es que al final salgo de mala leche....

 


En resumen, tiene muchos altibajos, momentos muy buenos, pero también muy malos.

 

Lo mejor: el tema y que la carcajada y la lagrimilla, el mismo tema te la saca.

Lo peor: el montaje que antepone la dirección y los objetos escénográficos marcando una línea paralela entre interpretación y montaje.

 

Y lo tengo que decir después de haber visto casa de muñecas: desnudo injustificado de la actriz mientras el actor permanece vestido. 

Hala buenas noches....

 

 

 

Ayer comida de cuadrilla.

Una amiga que ha estado en marruecos diez días me contaba que viven como aquí hace 50 años.

 

Y que era un choque ver cómo en un país a 14 km. las costumbres y forma de entablar relaciones sociales son diferentes.

 

Con su parte buena y su parte mala.

 

Cuando era estudiante en la universidad un profesor nos dio una charla de bioética sobre los cambios que se habían producido al convertirnos en una sociedad urbana.

 

Nios hablaba del tonto del pueblo. De cómo se integraba de forma natural a la vida del lugar.

Se encargaba de los recados y de ciertas tareas sencillas, tenía su rol respetado y asumido por el resto, era natural, felices unos y otros.

 

Hoy en día eso está perdido. O se le margina, o se le integra en un rol inaccesible para él, se le mete en un getto para tontos del pueblo y viven en su microburbuja, de la que estamos a salvo los que creemos que no lo somos, construyendo sociedades con pocas tonalidades de color de personalidades. Todos queremos ser iguales, y no lo somos, gracias a dios o a quien sea.

Buenas noches....

Una entra pensando que va a ver una versión contemporánea del clásico.

Y quizá lo sea.

 

Entras a pabellón 6 en buena compañía, te sientas, te pones la mantita y a ver teatro.

 

Cotilleas una poca cual gallinita, te acomodas, se apagan las luces, y ay, qué bien que empieza.

 

Lo reconozco, hasta hoy no la había leído, así que dispuesta a que me sorprendan en todos los sentidos.

 

Al principio tuve la misma sensación que con el Hamlet de Ander Lipus.... ay dios, qué coñazo, y encima típico clásico mal actuao con toques contemporáneos.

 

Pero me pasó lo mismo, me sorprendió.

 

La idea, el que la casa de muñecas de Ibsen se extrapole a la realidad dentro del mismo grupo hacedor del hecho. El papel de la mujer dentro del cine y teatro. De su capacidad de toma de decisiones, de su papel en las obras, que aunque a veces el protagonismo del texto recae en un tema inminentemente femenino, los directores masculinos, bien por no saber abordar el tema en profundidad, bien por ignorancia, destacan su protagonismo a través de su visión masculina, negándose a otorgar ese protagonismo. Por eso los papeles femeninos se convierten en poco interesantes. Por eso, salvo excepciones, no existe variedad en los perfiles de las actrices. Por eso cuando lees en un casting de 18-30 piensas que lo que buscan es una tía buena, y aciertas, porque en lugar de poner que tenga buen físico, se da por hecho que una buena actriz de 18 a 30 años va a estar buena, y aciertas. Además, será la excusa de algún personaje masculino para que le pase lo que le pase en esa historia, es decir, tendrá la importancia que el personaje masculino le dé, no importancia misma.  El personaje masculino siempre es más maleable y más completo.

 

Es por eso.

 

Esto entre otras cosas es de lo que habla Pako Revueltas en esta adaptación, y tiene pajarito. 

 

No quiero desvelar mucho porque es mejor dejarse sorprender. 

 

En clave de humor nos expone también tooooooda la gama de estupideces y mamoneos del mundo actoral, y cada uno de los personajes (?) tiene un rol que todo el mundo de esta profesión reconoce. Los ohhh, guaaaauuu a cada palabra de dirección, las admiraciones banales hacia ideas escenográficas que ni atisbas ni te interesan hasta que no las ves hechas, las opiniones tenidas en cuenta depende de quien vengan, las desvirtuaciones de la idea original, el rallao, el actor famosete, el que se excusa constantemente, el idealista, los ejercicios místicos, las broncas y los posteriores abrazos más falsos que Judas, etcetc...

 

Esa parte de la obra, que creo que está trabajada con improvisación me ha gustado.

 

La que no me ha gustado tanto es la del texto original en sí, bastante formal y frío, actuado como texto simplemente supongo que por falta de tiempo y porque creo que lo que se pretendía era mostrar el texto original de la obra para las profanas como yo con la excusa de los ensayos, y así entender la obra de verdad que es la que se desarrolla entre bambalinas, y esconder de paso, la prisa interpretativa. Pero no excusa, la escena final se hace monótona y pierde contenido por seguir la interpretación una misma línea sin matices.

 

En la otra parte, no se pueden destacar trabajos de personaje, es un trabajo de improvisación a mi parecer y bastante bueno. En pro de mensaje y reflexión. 

Es en definitiva una muy buena idea como idea y como planteamiento escénico, en la que el trabajo de improvisación y equipo y ritmos hace que nos olvidemos de la frialdad de las formales.

 

Buenas noches. Geniaaaaalll eso es orroooooo. jijiji...

París.

Dos Islamistas franceses atentan contra periodistas de la revista Charlie Hebdo, los matan a quemarropa.

Su revista, satírica, caricaturiza a Mahoma. Pero no en exclusiva, también saca a la luz viñetas sobre gobierno y otras religiones. Me imagino que algo así como El Jueves francés.

Ésta es la razón por la que son ejecutados.

No sé cuál es el debate, yo doy por hechas muchas cosas.

- Los gobiernos occidentales manipulan y aprovechan cualquier ocasión para apuntarse al carro y sacar provecho de las situaciones para recortar derechos civiles. Eso es obvio, por mucho que intenten mentirnos.

- Los gobiernos tampoco pueden quedar impasibles ante estos ataques. Eso es un hecho, y creo que nos beneficia, pero aprovecharán la ocasión, eso es obvio.

- Uno de los debates es el de la libertad de expresión, que creo poco tiene que ver con esta política internacional. 

- La población culpa a las matanzas sobre países árabes del hecho. Parte de razón, pero se nos olvida que también hay una semilla represora y aprovechada en los gobiernos de estos países, donde gobiernos corruptos utilizan la religión como método de aborregamiento y represión, creo que a las mujeres todavía se las lapida, vamos, un jardín con flores. En países así, eres capaz de matar hasta por Espinete con tal de mantener tu posición social y porque no te lo peguen a ti. Entiendo también que conocemos también la parte que interesa a occidente, hay países que aunque también lo sufren y se la suda, ya por falta de riqueza o interés económico o estratégico.

- El debate sobre la libertad de expresión es muy amplio, es difícil marcar límites. Ni Rajoy ni Netanyaju (¿se escribe así?), son los mejores abanderados. Tampoco la población vasca con escasa memoria a corto plazo, y no puedo decir más.

Lo que me repugna de todo esto es nuestra escasez de asertividad. Es decir, nos zambullimos en elucubraciones teóricas sin tener ni puta idea de política internacional. Aquí no hay buenos ni malos, siempre hay medias tintas: hay un 25% de verdad, un 50% de manipulación y un 25% de mentira, como en todo.

El HECHO HUMANO es el siguiente: Dos hombres aleccionados en un fundamentalismo X, franceses, que no han vivido ninguna guerra, cogen dos kalashnikov y matan a personas por el simple hecho de dibujar viñetas supuestamente ofensivas hacia Mahoma, ¿quién?, sí, Mahoma, Dios o el Manchester United, me da igual. No por la injusticia palestina, ni por las invasiones y control de ciertos países, ni porque hayan matado a su familia: por una viñeta de  Mahoma. Puedo entender, que no justificar, muchas cosas (que le pegues un tiro a alguien que ha matado a un miembro de tu familia...), pero ésto se me escapa lo mire por donde lo mire. A mi se me ponen los pelos como escarpias, ya lo siento.

Y no hay justificación posible, la vida humana es sagrada, y punto. Por ello no entiendo Gaza, pero tampoco Nigeria. A mi la política y las ideologías me la sudan, sobre todo, porque todas éstas sandeces las provocan intereses políticos y económicos de AMBOS BANDOS, no nos equivoquemos, no las personas en sí.

Vivimos en un mundo lleno de corruptelas, mierda, manipulaciones y engaños, y no nos escapamos nadie. 

Así que no tener una opinión radical de absolutamente nada dice mucho de la inteligencia de las personas.

Sólo sé que no sé nada.

Y cumplo años. Buenas noches

 

 

 

 

 

 

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.