Ayer comida de cuadrilla.
Una amiga que ha estado en marruecos diez días me contaba que viven como aquí hace 50 años.
Y que era un choque ver cómo en un país a 14 km. las costumbres y forma
de entablar relaciones sociales son diferentes.
Con su parte buena y su parte mala.
Cuando era estudiante en la universidad un profesor nos dio una charla de bioética sobre los cambios que se habían producido
al convertirnos en una sociedad urbana.
Nios hablaba del tonto del pueblo. De cómo se integraba de forma natural a la vida del lugar.
Se encargaba de los recados y de ciertas tareas sencillas, tenía su rol respetado
y asumido por el resto, era natural, felices unos y otros.
Hoy en día eso está perdido. O se le margina, o se le integra en un rol inaccesible para él, se le mete en un getto para tontos del pueblo y viven en su microburbuja,
de la que estamos a salvo los que creemos que no lo somos, construyendo sociedades con pocas tonalidades de color de personalidades. Todos queremos ser iguales, y no lo somos, gracias a dios o a quien sea.
Buenas noches....