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Llevaba tiempo deseando empezar a verla. Pero por pereza, o por esa extraña aversión a ver series de factura propia pues lo he ido retrasando.

Al final no pude más y empecé a ver Merlí.

Y aunque se nota un poco que es una serie de factura semanal y verse unos cuantos capítulos seguidos cansa una poca porque tiene un ritmillo más bien lento y las tramas o se suceden interminables  a través de varios capítulos o se resuelven extrañamente en unos pocos minutos, la verdad es que mola.

Mola primero por la idea original (creo) de mezclar esa gran desconocida y repudiada que es la filosofía, la figura del profesor molón de filo que todos hemos tenido en el instituto y las tramas adolescentes por fin adaptadas de forma realista a los nuevos tiempos.

 

La factura técnica es propia de una serie de canal autonómico, pero los grandes estandartes de esta serie son por una parte el guión (aunque carece de giros, ya digo que es una serie semanal para todos los públicos y con el presupuesto que tenga) que es totalmente coherente con la historia de la filosofía y tiene auténticas genialidades al relacionar las diferentes tramas en cada capítulo con una corriente filosófica,  y sobre todo, las actuaciones. Cumpliendo su objetivo principal, que creo es ser el gran docente del que carece hoy en día esta materia.

 

Desde Francesc Orellá, (aún le recuerdo en La Tempestad de Lluis Pascual, en aquel trabajo no me pareció pa tanto) que construye un personaje tanto física como conductualmente totalmente creíble de dificilísima factura, Pere Ponce, Pau Durá (MI FAVO) y Marta Marco, hasta cada uno de los chavales destacando los trabajos de Carlos Cuevas, David Solans, Pau Poch, Marcos Franz y Elisabet Casanovas. Cabe destacar así mismo el trabajo, supongo,  de los coaches que habrán tenido algo que ver en que el conjunto de esta chavalería resulte tan espectacular, sorprendente, y que todos los personajes estén tan bien perfilados sin que desaparezcan los matices ni la naturalidad el cual es el sello de esta serie.

 

Debería agradecer tanto a la producción como a la dirección que hayan optado por elegir el trabajo actoral como soporte vital del producto.

Y debería decir que sí, sijasí, los catalanes nos llevan años de ventaja en cuanto a concepción y compromiso de calidad con sus producciones.

 

Por apostar por el trabajo humano, el artesano, demostrando que no es la pasta la que impide llevar a cabo un buen proyecto.

 

Y qué coño, porque se aprende filosofía. Y catalán.

 

"Hay que aprender cosas inútiles por el placer de aprenderlas"

 

Tres temporadas, en Netflix.

A verla. Y en versión original, por favor.

Buenas noches.

"Cuando estés frente a alguien, pregúntate primero si ha tenido las mismas oportunidades que tú".

(Ésto funciona en las dos direcciones, tanto como sujeto, tanto como complemento directo)

 

Barbra y yo siempre decimos que hemos tenido suerte en ésto de las artes escénicas.

 

Suerte porque hemos tenido la fortuna de aprender de los mejores en su ámbito.

 

Nos hemos encontrado con maestros que lo son, o que si no lo son todavía, son lo suficientemente humildes y sabios como para admitirlo, lo cual les da el doble de valor. Porque son sinceros.

 

Cuando una dice que la humildad y la sinceridad del alma son las bases de un buen trabajo, se presenten oportunidades o no, no lo dice en modo Mr. Wonderful.

Lo dice porque se lo ha visto a otros. 

Y se contagia.

Con lo cual, de la misma manera que funcionan sus maestros, así intentan actuar sus discípulos.

En consecuencia, por pura aritmética y estadística, la mayoría de los compañeros que nos hemos encontrado son pequeñas emulaciones de esa gente.

Los que no son ni humildes ni sinceros simplemente desaparecen y se autodestruyen en ese remolino llamado mediocridad. Pero poco importan porque van despareciendo por puro egocentrismo. Lo que se traduce en comportamientos narcisistas, competitivos y absurdos que poco dicen de ellos como personas y de su amor por su profesión.

No "desaparecen" como entendemos "desaparecer" los actores.

 

Desaparecen de la memoria. 

 

Porque para ser buen profesional hay que ser buena persona.

 

Así que sí. Tenemos suerte.

 

Porque este fin de semana nos hemos seguido encontrando con una profesional"maestra", y unos profesionales compañeros.

 

Supongo que cuando sea viejecita y alguien me encienda la luz, en algún momento, balbucearé alguno de estos nombres (Barbra estará tan pirada como yo):

Leti, Maien (Maier?, Maren?), Paula, Bárbara (la auténtica), Gabi, Iñigo, Amaia Ru, Amaia Mo.

Miriam y Txober.

Nely

 

Gracias. 

Sinvergüenzas.

Buenas noches.

 

Para otro día las regresiones a la adolescencia que sufrimos los actores cuando nos juntamos en grupo de más de a tres.

 

Hace años, cuando el metro todavía no llevaba en marcha muchos años, las gentes de Bilbao cogíamos el autobús.

 

Recuerdo coger el 40 a las 6:45 para ir de prácticas al hospital, y una semana sí y una semana no estaba esperándonos con su autobús Carlos.

 

Digo Carlos porque es el nombre que me viene a la cabeza cuando le visualizo. Creo que era de Vitoria.

 

Carlos es un simple conductor de autobús que se levanta por la mañana, se ducha con cuidado para no despertar a su mujer y a sus hijos, bebe café de marca blanca y unas galletitas y se pone en marcha hacia cocheras. Un tío normal, del vulgo, que cree que tiene suerte por tener un buen trabajo.

 

Vamos a hacer una composición de tiempo y lugar: 

Por aquel entonces, en la cosa del teatro, no se daba tanta importancia la realismo sino a  los espectáculos en los que el actor trabajaba de forma minimalista pero a la vez con una máxima precisión técnica en movimientos, vocalización y limpieza de la voz, digamos con excelencia técnica.

 

Y en la universidad, en la carrera de enfermería, se hablaba de la búsqueda de la "excelencia en los cuidados enfermeros".

Fruto de esa marea de excelencias, una frase que me dijeron se me quedó grabada: "Hagas lo que hagas en la vida intenta ser la mejor en lo tuyo, excelente; no hay nada peor en la vida que ser mediocre, al mundo le sobra mediocridad".

El terror a que viniera el monstruo de la mediocridad a acojonarme por las noches me atormentaba y me sigue atormentando a veces, dicho sea.

¿Qué era la excelencia pues? 

Así de primeras, cuando piensas en excelencia te vienen a la cabeza... ... yo que sé:  Mandela, Gandhi, Marie Curie, Leonardo Da Vinci, Chaplin...

 

A mí me viene Carlos.

 

 

Al entrar al autobús te saludaba siempre con una sonrisa, un: "buenos días, ¿qué tal?". Los días que hacía mucho frío dejaba la puerta abierta del autobús aunque aún le faltaran diez minutos para salir de la parada. En lugar de salir más tarde de cocheras, allí estaba, con la calefa encendida e invitándonos a entrar. 

Saltándose seguro todas las normas y protocolos, en alguna ocasión pegaba frenazos cuando veía que alguien llegaba corriendo al bus, era de los que llevaba algún caramelo para los niños. Era de los que salía de su asiento (y nosotros asustados porque salía como una bala y pensábamos que se había jodido el bus) cuando veía a una mujer con un coche de niño, iba hasta la puerta, y sin decir ni una palabra ayudaba a la señora a subir su carrito. Volvía y santas pascuas. Así, sin más. Sin esperar nada a cambio, salvo el silencio de una pequeña marabunta soñolienta o la mediobronca de algún inspector.

 

 

Y yo, cuando llegaba al hospital o a los ensayos, lejos de tratar de emular a la Henderson, a la Peplau, a la Nightingale, o a los actores del escenario del Arriaga, inconscientemente tenía en mi cabeza a Carlos.

 

 

Era un ejemplo para nuestro entorno con sus pequeños actos y cambiaba, de cierta manera, un poquito el mundo.

 

Esa debía ser la excelencia de la que todo Dios hablaba.

 

 

Con la costumbre del metro ya arraigada, los horarios del 40 fueron menguando y con ellos la presencia de Carlos desapareció también.

Y siguió la vida.

 

 

Antes de ayer, al coger un autobús para volver a casa, ví a un conductor fuera de servicio calvo, con los ojos claros, que pidió amablemente al conductor de ese autobús su billete gratuito para volver a casa. Casi tímido, en voz baja, casi tartamudeando, sin levantar la cabeza, sin un "chavalín, ¿no me conoces?, llevo veinte años trabajando en esta empresa". Y se sentó tranquilo en un asiento como cualquier otro usuario.

 

Sí, era Carlos. 

 

Pensé que se merecería saber que ha servido de inspiración durante muchos años a una pobre miserable, y como a mí, seguro que a más paisanos.

Merece saberlo.

Pero no dije nada.

 

Todo esto no sé si es un agradecimiento, o si tiene esto alguna conclusión, pero el fuero interno de esa chica que iba a la universidad, al hospital y a los ensayos a meterse una paliza,  espera  que el mundo se dé cuenta de que la excelencia no está en el postureo, ni en los estándares de calidad, sino en las personas como Carlos.

 

Me apetecía contarlo.

Buenas noches.

 

 

 

 

Aquí estoy sin saber qué escribir, habiéndome visto el Madrid- Barça y sin tener ninguna opinión fundada al respecto, salvo que me alegro de que a Lopetegui le haya salido el tiro por la culata.

 

Acabando de hablar con una amiga con la que hace mucho que no hablaba y dando las gracias por la tarifa plana y porque nos cojamos el teléfono para hablar de cosas que no pasan del chascarrillo pero que sin saber cómo se van transformando en cosas más semitrascendentales.

 

Sentada porque estoy cansada a pesar de que tengo la sensación de que no he hecho nada productivo esta semana.  La realidad soñada no debe dejar de hacerme ver la realidad que vivo.

 

Las expectativas no son reales. La realidad es lo que vives en cada momento. 

 

Estoy cayendo en la cuenta de algunas cosas.

De que tan solo hace un mes me pasaban un montón de cosas, de que esta semana he vivido el estreno de algo rodado el año pasado, me he presentado a un examen de euskera al que me he enterado que estaba convocada hace tan sólo tres días y que creo que he aprobado (sólo es un creer).

De que hace dos semanas se nos casó la Sandri y nos juntábamos los que hace demasiado que no se tomaban una caña juntos.

 

De que he pasado más tiempo con mi familia del que yo tengo consciencia, a pesar de haber estado la mitad del mes fuera de Bilbao.  Lo cual me parece un logro personal dentro de esa sensación de abandono ajeno que me persigue desde que pasó mi infancia y que me tortura en el pasar del tiempo.

De que me ha dado tiempo a presentarme a una plaza, conseguirla y perderla en un plazo de 10 días (con su correspondiente cadena de emociones subeybaja).

De que tengo un par de proyectillos por ahí a los que unirme, y que no tengo referencias y me cagolapataabajo porque no los veo con perspectiva.

De que he memorizado dos textos.

De que es muy posible de que me mude en breve y de que visitaré Ikea con más frecuencia de la que quisiera.

De que por fin he retomado "La casa de los espíritus". Por fin.

De que me ha dado tiempo a visitar a mi buena amiga Barbra y volver para reposar la cena. Dos veces. Esperando poder volver a trabajar cuando podamos. Y eso siempre es bien.

Y de vuelta de ca´Barbra suena la canción que sonaba cuando estaba jodida, qué cosas. Hace tres años.

De que me he leido un manual de enfermería de quirófano de 400 páginas  que Dios sabe por qué me ha parecido interesante en día y medio.

 

No lo hacía desde hacía tres años.

 

 

Hace tres años estaba rota, descompuesta, angustiada, encerrada, desorientada y con mucho, mucho miedo. No podía leer un libro, dormia cuatro horas,  ni me habría atrevido a viajar, estar con mi familia era un refugio y no un disfrute, me derrumbaba cuando ensayaba con Barbra e ir de boda era un reto. Sin aparente razón concreta. Aunque resultó haberla, parcialmente solucionada ya y de momento.

Porque intentar sonreír (porque el mundo es de estar feliz y esas cosas) cuando estás cuarteada es una cosa muy tonta que frustra un montón.

No debería ser un tabú contar que estás jodida. Creo que nos haría más a todos más libres y solidarios ya no solo con los demás sino más solidarios y menos duros con nosotros mismos.

Y cuando no estás para nadie pero todo el mundo está para ti, no puedes sino dar las gracias simplemente por estar y dejarme romperme para poder volver a ser capaz de atreverme a ser como siempre he sido. Y más fuerte, y más sabia.

 

Y más libre. Y más feliz.

 

Esta semana no he visto ninguna serie nueva, ni he hecho nada cooltoreta.

No sé de qué escribir.

Buenas noches.

Bueno, pues como sólo estoy viendo The Good Doctor y es una serie clasicota de primetime que poco tiene que reseñar salvo la actuación de su protagonista (aunque el soniquete que usa ya me tiene un poco hartita, pero es brillante en la contención) y me tiene enganchá, pues voy a hablar de una cosa.

 

Acabo de ver este vídeo de Bob Pop sito dentro su sección en Late Motiv, el programa de #0 de Buenafuente, que no veo habitualmente, por cierto:

https://www.msn.com/es-es/entretenimiento/video/ovaci%C3%B3n-a-bob-pop-por-su-reflexi%C3%B3n-tras-las-pol%C3%A9micas-de-ot-y-gh/vi-BBOuQXm

 

Opinar en los términos que voy opinar ya es en sí es una paradoja, pero ahí vamos.

 

Creo que este señor acaba de resumir la causa de mi estado de confusión en cuanto a creencias que sufre y ha sufrido mi persona últimamente.

 

Voy a hablar de mi: me considero una persona abierta de mente, que se pone rabiosa con las injusticias y que es consciente y sufre de la impotencia de, a veces, querer gritar y poner las cosas claras pero no poder por tu propia situación social. Consciente de las mierdas que obstaculizan a nos, a los ciudadanos de segunda clase por una u otra razón. Por cualquier razón.

 

Pero todavía me produce más sarpullido y me pican más los ojos y me gotea la nariz como el grifo del Dr. Shaun cuando se banalizan estos temas para convertirlos en una tontería más, en una cosa más de la que hablar en twitter, feisbus o güasa, antes llamados rellanos de la escalera (si señoras, las porteras ya no llevan moño), con lo cual acabo sintiendo rechazo por unas cositas que no deberían provocármelo. 

 

Y me desazono, señora, sí: me desazono.

 

 

Me considero atea, pero no concibo que un tío se cague en dios en una entrevista de manera estéril para conseguir alimentar su ego sin ningún fin en sí mismo, que no se presente en el juzgado cuando alguien le denuncia (cosa que tampoco entiendo, porque puestos a denunciar...) para montar un circo mediático que no beneficia más que a su persona, porque si fuera un poquito más inteligente se daría cuenta de que consigue el efecto contrario, o todavía peor, ridiculiza a los que verdaderamente quieren denunciar abusos de la iglesia y los sufre cada día, y a los que pelean cada día por tratar de abolir los privilegios adquiridos desde hace muchos años (conseguir que paguen el Ibi, etc...).

Es ridículo.

Yo respeto las creencias, tampoco me gustan algunas , pero entiendo que los mismo que no me gusta que se caguen en Freddy Mercury, tampoco creo yo que si fuera cristiana me gustaría que se cagaran en Dios, y como denunciar es libre (aunque sea otro ejemplo de la misma mierda) pues chico, en lugar de  haber ido al juzgado y demostrar, como pasó más tarde, que esa denuncia no tenía fundamento, pues eso, nos ponemos la peineta y nos ponemos a comparar la justicia de este país con la de los jemeres rojos de Pol Pot en Camboya. 

 

Pues sí, debería poder cagarme en Dios sin que nada me pasara, ni nadie me denunciara, la justicia de este país a veces es una mierda,  pero Willy Toledo no es el mejor referente.

 

 

¿Libertad de expresión en la cultura? Sí claro. Me encantaría que de una vez por toda se hicieran series que de verdad hicieran un poquito de "pupita" tipo "the Newsroom", "House of Cards", "Veep", "The Handmaid´s Tale", "Peaky Blinders"  en España, no sucedáneos políticamente correctos y falsamente reivindicativos como "Vis a Vis" o "Continental". Que esos guiones arriesgados que seguro están escritos pudieran salir a la luz a través de productoras con pasta que quisieran hacer un trabajo de calidad, sin miedo a que se les corte antes de salir a la luz.

 

A mi el rapero Valtonyc me parece un gilipollas que se ha quedado en los quince años y que nadie aguantaría como vecino ni como compañero de nada ni un cuarto de hora. ¿Qué hacemos? Todos a defenderle como símbolo de libertad. ¿Que se ha tenido que marchar? Es una putada (aunque creo que si se hubiera quedado y recurrido se habría quedado en una multa, pero ¿dónde quedaría es espectáculo?)...

....

¿Alguien ha notado su ausencia?

 

¿Capacidad para poder hacer cosas "hirientes" en cultura? Si, pero Valtonyc no es el mejor referente.

 

Y pa acabar feminismo, que es lo que más me enciende.

 

Para aprovechar la ola del #metoo (al que me adhiero totalmente ya que por fin ha corrido el mantel para que aparezcan, y entre nosotras compartamos y denunciemos las miserias que las mujeres hemos sufrido y seguimos sufriendo a veces inconscientemente desde tiempo inmemorial) cualquier cosa se disfraza de ello para ganar adeptos.

A ver.... un ejemplo... cultural, que de eso va este blog...

...

"Lo malo" de las chicas de OT2017.

 

¿Me tengo que tragar que la letra de esta canción (si es que se la considera así) ya la convierte en una canción feminista?

Esta canción me crea gran confusión y la valvulita de la olla exprés que tengo por cabezota empieza a echar humillo y avisa pa que me quiten del fuego. 

Vamos a ver. A ver si consigo "hilar"...

La letra me habla de que una chica que quiere un chico. Si el chico es "bueno" (porque todo depende de ellos, la mujer no elige, ni siente, ni padece) todo guay. Chachi. Happy End.

Pero no quiero un chico "malo" (perdón si tiemblan las letras, es que me estoy descojonando mientras escribo ésto porque no pillo la letra, si es que alguna vez hubo alguna). Porque yo vengo a buscarte "beibi", "chico bueno" (mirada lascivilla y sacamiento de lengua al aire).

Osea, amo a vé, la letra me cuenta la historia de una chica que sale por ahí y quiere estar con un tío, pero contigo no, que eres "malo". Si eres "bueno" no hay razón para no estar contigo, o no, o no sé.

Es de una complejidad que asusta, de verdad. A mi me tiene acojonada.

En serio. Estoy en posición fetal.

Creo que resume la lucha feminista de manera integral y sutil (nótese tonito irónico).

Vamos, que es lo de siempre: ponemos a dos buenorras (escribo desde mente masculina, para que se note más la cosa), un sintetizador, las dos chicas bailando al roce y... ... ¿Qué tenemos? 

¿Típica canción de reaggeton?

No mujer, dicen "chico malo, no,no,no." (¿me he dejao un no?)

Joder, pues claramente es una canción feministo-reivindicativa.

La misma mierda para calentar a tíos pero espolvoreada con un tufillo pseudopolítico de lo más chusquero. Y no te puedes sentir mal porque ellas son libres y hacen lo que les da la gana. Súperlibres. Súpermujeres como siempre: teniendo que enseñar teta, comer lechuga y mostrar cacha para tener al público calentito para vender discos.  Y no puedes decir nada malo (nonono) porque serías... ¿Machista?. ¿Entendéis mi confusión ahora?

¿Cosificación? No mujer, hacen lo que quieren. Dicen "Malo, nonono". Imposible.

Y no es culpa de ellas, eh? Ojito con eso. Es de la puta industria.

Son libres... Creo que en su día no quisieron cantarla porque no querían enseñar cacha y no lo pillaban (como cualquier persona con dos dedos de frente), pero las obligaron.

Ahora se alegrarán porque han ganado dinerito. O bueno, no lo sé porque a veces damos cosas por supuestas que igual no son así.

En fin, no sé si lo pilláis o me explico en condiciones, pero me pone de mala hostia.

Para esta gente es como haber inventado el Reaggeton bebible. 

¿Mujeres que hagan lo que les dé la puta gana en cultura? Ojalá. Pero "Lo Malo" no es el mejor referente.

 

Y hasta aquí. 

Gracias Bob Pop por estas reflexiones, la tuya y la que me has hecho hacer.

 

Yo también creo que es un reflejo de la sociedad que tenemos, creo que debemos alejarnos del mundo de las ideas y observar la realidad para descubrir los verdaderos referentes, cada uno los suyos.

Eso evitaría que nos puedieran manipular tan fácilmente dándonos gato por liebre.

 

Buenas tardes.

 

 

 

 

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.