En su día no pude terminar de leer "Crimen y castigo".
Esa cosa de la historia de un asesino contada en primera persona y en el que resta importancia y autojustifica sus atrocidades no es para mí.
Quizá porque a veces sientes cierta compasión y te identificas una poquirritina (entiéndase en su medida, que me da mal rollo).
Pues eso, que una se cubría con las mantitas y se quedaba con los ojicos abiertos
esperando a dormirse y pensando en los horrores que se destapan en el ser humano por cualquier cosina.
Algo así me pasó con la primera temporada de "YOU", que empecé a verla por recomendación
de una amiga y de la que me tragué la primera temporada en una mala tarde saliente de noches.
Y ahí la dejé, en el cajón de los calcetines que me crean angustia y que no tengo que volver a ponerme porque en cualquier
momento se les hace un agujerico.
Vale. Vamos a ver.
Es una serie de una factura normalita, con un guión no predecible pero a veces con unos giros que no acabo de creerme. La única actuación reseñable
es la su protagonista masculino (aunque para mi en la primera temporada no es el protagonista) Penn Badgley.
La madre del cordero es que la serie cuenta la historia de una mujer (Guinevere Beck) que es acosada por la puta cara por un
tío (Joe) que se hace un peliculón de éstos que se hace todo el mundo el día que la conoce.
La diferencia es que este pollo se pasa el día espiándola en redes sociales, en su casa, le roba el móvil
para poder tener acceso a sus conversaciones... Todo muy bonico y romántico. Es como un Wikileaks del amor.
En esta primera temporada más que él, quien cuenta la historia en primera persona, la protagonista
para mí es ella. Vamos, por algo su título es "You", usease, la persona que está viendo la tele tranquilamente.
Me explico:
Beck es un personaje que muestra nuestra vulnerabilidad.
A través del espionaje que realizamos junto a Joe descubrimos todos los aspectos de su vida: amistades, su forma de intentar encontrar el amor, la soledad, las relaciones familiares; todo lo que nos hace vulnerables y que rara vez mostramos o incluso
descubrimos a lo largo de la vida de nosotros mismos.
Incluye sus momenticos que dan rabia, porque todas estas relaciones toman decisiones de vida por ella sin ella siquiera saber por qué.
Como la vida mesma. Sólo
que a veces Beck nos parece en exceso lerdilla.
También son interesantes las pulsiones que mueven a Joe y sus propios rituales.
Luego, la otra parte de la historia, el thriller puro, es de un desarrollo y desenlace
clásico.
Hasta aquí la primera temporada.
La segunda temporada, que no iba a ver por aquello de los calcetines y el zurcir, la vi por recomendación insistente. Y por débil yo. Esta vez
tomó más tiempo.
Bueno, me resultó más tolerable. El protagonista en este caso es él tratando de redimir sus pecados y viéndose envuelto en ciertas situaciones que no le permiten salir de su espiral
de atrocidades. Es una mezcla entre "Macbeth" (todavía no entiendo como no hilé fino y no lo vi venir), "Dexter" y "Crimen y castigo", a las que se hace referencia en múltiples ocasiones. Ésto permite distanciarse
un poco más. Resultó más ligero el "viaje".
También se indaga un poco más en el pasado para descubrir de dónde puede venir toda esta movidilla y hacia dónde se dirige su búsqueda
obsesiva. Que resulta que es el AMOR a toda costa, tócate los cojones. toma toque poético.
La segunda me ha parecido más rica: aparecen nuevos personajes, hay más variaciones en su forma de actuar de los que ya vimos en la
primera, y bueno, hay giros de guión un pelín más creíbles.
Es como ver otra serie diferente. U otra parte de la misma serie.
Dicho ésto creo que merece verla, obviando las vueltas
que da a veces la historia que se pulieron un poco en la segunda pero a las que aún les falta limar, es interesante y con temillas sobre los que reflexionar un poquito.
Ahora, eso sí, a mí
hay cosas que me han dejado con el culo torcido.
Vedla y que no os miren.
Buena tarde.