Pues como ya se acaba la temporada teatral y el curso escolar creo que voy a despedir el blog hasta septiembre, a no ser que haya algo que me llame muchísimo la atención.
Es jodido porque es la época en la que más
visitas hay (600 semanales), pero hay que permitirse descansos.
Quiero dar las gracias a todos los que leéis este blog, que no es más que el resultado de a veces una soledad intelectual y artística que a veces me acompaña
en épocas de parón.
No es algo muy currado, es algo que creo que necesito y nace de lo simple, no pretende dar lecciones de nada, así se puede opinar de una forma más libre. Y ha sido raro porque no tenía muchas ganas,
así que ya siento que no haya habido mucho contenido teatral
Ha sido un año un poco raruno, seis meses de baja por petar un poco más de lo habitual que me han servido de mucho:
Me han servido para verlo todo con perspectiva
y ver lo que puedo hacer, lo que hay, lo que me gusta y lo que no me gusta, de mi y de lo demás; lo que tiene remedio y lo que se puede hacer. (Qué bien me ha venido el claqué, Rafa y compis, no tenéis ni idea).
A pesar de
que tienes la sensaciñon de que vas perdiendo cada vez más trenes y que en este mundillo si te vas cinco minutos a buscar el pan, cuando vuelves ya no existes.
Así que eso, me despido hasta septiembre, pero esta vez, porque yo lo
quiero.
Aviso: vuelvo con más fuerza, así que a prepararse. Barbra, te espero.
Buenas noches y muy buen verano.