Por recomendación de una colega me he visto BROKEN, serie británica (BBC ONE) creada Jimmy MacGovern de este año y que la podéis encontrar en el catálogo
de Movistar, cada vez más raquítico, pero con alguna joyita como Mad Men, Nurse Jackie o Fargo.
Apúntatela Barbra.
Consta de seis capítulos que entrelazan diversas historias
que acontecen en un pueblo británico y, al más estilo Crash, se nos va enredando en personajes y tramas.
El nexo que une a todos estos personajes es el padre Kerrigan, que lleva la parroquia y en el que vemos reflejadas diversas "taras"
de la iglesia como institución y que confrontan de frente con la condición humana del párroco.
Éstas tramas se circunscriben a su vez en una problemática común: la crisis económica, pero tiene la habiidad
de no limitarse ni a una clase social, ni nos hace sumergirnos en ambientes marginales.
Son historias de gente real con desarrollos reales.
Otro elemento que hace atractiva esta serie son los flashbacks que sufre el párroco,
en los que descubrimos los conflictos internos del personaje principal y su lucha psicológica, así que es mejor verla altitos de ánimo, porque lo que consiguen con ello es una atmósfera algo oscura, inquietante y agobiante
al más puro estilo Crimen y Castigo.
Como toda serie británica, y en especial de la BBC, las interpretaciones son ontopontopontop. A pesar de que el guión es algo predecible las interpretaciones hacen
que haya algo en los acontecimientos que esperamos que nos pega a la pantalla.
Además de a Sean Bean como actor principal que alardea ante un personaje complejo, con tantas variaciones como roles asume
en su vida cotidiana (el Stark de juego de tronos), destaco a Mark Stanley de una sutileza y emotividad a la par intensas como discretas que esconde mucho trabajo (también de juego de tronos aunque como no la veo, no me influye) y Paula
Malcomson reteniendo un sufrimiento y disfrazándolo de frialdad, no pierde sus monólogos interiores (este personaje pone los pelos de punta, no sé si será por personaje, pero algo habrá tenido que ver la actriz en
todo esto). Aunque todas, todas las interpretaciones son reseñables. Los personajes justos, ni más actores ni menos que los necesarios.
Es una serie de éstas que te ponen ante el espejo, que te cuestionan,
que te tolera en tus contradicciones, que no juzga, en la que no existe moralina, en la que aparentemente lo que se exalta es duramente criticado. Una serie que no recurre a grandes tragedias sino a historias reales, sencillas, que podrían estar
pasando en la habitación de al lado, para agobiarnos un poquito y cuestionarnos en nuestro fondo más jondo.
Tiene todas las papeletas para ser una de las series cortas de la temporada.
A 40 MINUTOS EN AVIÓN
Y COMO CAMBIAN LOS CRITERIOS Y LA CALIDAD OYES.....
Así que nada, a verla pues.
Buenas noches.