Pues da penica, Chiquito de la Calzada, digo.
Jarll ese pecadorll que contaba historias de fistros por la gloria de su madre, que se reia de si miiiismo, y que logró que hasta otros humoriiistas saltaran a la fama por su hamatoma sesuarr.
Aaahhhgj!
Y que saltaaaba como un fistro karateka y acto seguido como un bandido se llevaba su paaaalma sesuar a la espalda porque nopuedonopuedonopuedo. Que ya no son aaaaaaños pa tanto arró señora, por la gloria de mi madre.
Un señor que todos identificamos como de la calle, que era nuestro, que no hacia nada especial. Del que no se sabía práctivamente nada, auténtico, sin prejuicios y sin tonterías. Que había sido bailaor en Japón
y que ya no podía con su alma. Y que contaba los chistes como nadie, de eso no hay duda.
Y que quizá no nos hiciera soltar carcajadas, pero nos mantenía con una sonrisa en la boca y nos hacía reir sin cuestionarnos ni por
qué sí ni por qué no. Como los grandes.
Los tazos, FISTRO en la RAE, Brácula con B de Barbate.
Se ha ido, señoras y señores, nos guste o no, un puto genio.
Se ha ido, parte de una época,
de infancia y de un país con una gente más "simple" y con muchísimo más sentido del humor.
Buenas noches.