Es muy difícil tratar de desgranar una serie con tantos momentos, que me ha gustado tanto sin hacer spoilers.
Este post no los contiene. Yo disfruté mucho con la sorpresa de no saber absolutamente nada de ella.
No soy
de engancharme a tope con las series, las veo, pero voy a paso burra. Esta serie de diez capítulos de una hora me la he visto en tres días.
Bueno, eso de antemano. Otra cosa, cuando la he visto fue por recomendación de Barbra, y
no teníamos ni puta idea de que era candidataa los Emmys. Ni de que eran ayer de hecho (ya nos vale). Y no he leído el libro, que por lo que he investigado no ahonda tanto en ciertos temas para dar pie a una segunda temporada. Así
que así, a lo loco a verla.
Es brutal, impactante, acojonante, tiene una dirección y unas actuaciones que rozan la perfección, no está ideológicamente enmarcada, tiene caras, cruces, grises, verdes, rojos,
negros... Cada personaje tiene su punto débil y fuerte, su punto identificable.
La música es genial, versiones de clásicos de los ochenta y noventa que te clavan en el sofá. La fotografía, los colores, la atmósfera.
El juego de flashbacks perfectos, de cruce de personajes, de justificación de ellos. Increíble.
Uno de sus grandes aciertos es el de no enmarcarlo en una ideología concreta, porque sería muy fácil confundirla con
un panfleto político o antirreligioso, no es tan simple el asunto. Basta ver la actitud del país fronterizo del norte y el del sur. Los dos justificables, los dos entendibles según la visión de la serie. Y no darle importancia al
hecho en sí, sino al de la reacciones humanas.
Como las grandes obras maestras, no resuelve el conflicto, no hay malos ni buenos, hay gente que sufre y se pregunta cosas, que tiene conflictos internos.
Ponernos frente
al espejo se llama.
Pero el más grande acierto a mi parecer es que por fin hay una serie de primerísimo nivel que está hecha, escrita, dirigida, entendida y actuada desde la visión femenina, no se confunda con
feminismo, sino con la verdadera forma de pensar de una mujer ante ciertas situaciones, no lo que se esperaría de ellas. Para bien y para mal.
A esto contribuye claramente que tanto la escritora del libro, como la directora y las actrices tienen
vagina.
Y la productora también tiene rajita, por eso las ha dejado hacer.
Algo que parece tan obvio, no es muy habitual. De hecho, no es nada habitual.
Ha habido secuencias que me recordaban a Pigmalión, Pretty Woman (que
me encanta, por cierto), y desde la honestidad de lo que piensa una mujer en ciertos momentos no me ha parecido para nada un cuento de hadas. Y he ahí el encanto, lo que se espera que te guste, y lo que realmente haces cuando te pasa a ti.
Elisabeth Mosssssssss, Increíble la cantidad de primeros planos que aguanta sin mentir ni una sola puta vez (la cámara lo ve todo, recuerdo). Ayudan la edición, y sobre todo la dirección que se intuye abierta
al trabajo actoral puro (dejando trabajar, se entiende, sin ser absolutamente medida, pero siendo muy precisa). Va mejorando. Si bien en los primeros capítulos la edición ayuda mucho a las transiciones de las emociones de su personaje que van
de plano en plano, a medida que avanza la serie las transiciones van en el plano y son absolutamente increíbles. No sé cómo lo hace.
Es que mienamorau.
Y secundarias y secundarios geniales. GENIALES.
Es lo que tiene
primar la labor al aspecto físico. Porque la Moss (Elisabeth, no Kate) no es precisamente un pivón. Pero hace lo que tiene que hacer un actor. Y te atrae.
La tía Lydia y Moira son personajes absolutamente humanos y construídos
con maestría actoral. Creíbles !00%. Y el resto. Esqueesqueesque es increíble.
Sólo imaginar hecha en España, llena de clichés, de gente guapetona y de cosas de "mentira".... Estamos hablando de un nivel
tanto de madurez intelectual y emocional, y de seriedad y de responsabilidad a la hora de contar tu historia que decididamente se te caen las bragas.
Menos mal que nos quedan perlas pulidas como "Verano 1993"
De verdad: Hay que verla y disfrutarla.
Buenas noches.
Ésto está fatal escrito pero me puede el ansiaaa de no poder contar (mublemuble).