Bilbao.
Vuelta al Cole.
18:30 hora zulú. Hora de Tadeo Jones en el cine.
Única sala y única hora en Bizkaia donde se proyecta "Verano 1993". Un poco
de vergüenza.
Ganas de verla, por saber quién esta dentro del equipo de dirección de actores, y por saber, por tanto y a ciencia cierta que van a estar muy bien.
Por confirmar que a nivel conceptual y
actoral, Cataluña está por encima del resto del estado español. Debe ser que la frontera está cerca y siempre han sido un poquito afrancesados. Para bien y para mal.
No defrauda, describe a la perfección
esos veranos aparentemente insignificantes de nuestras infancias.
La insignificancia de los comentarios, de los prejuicios totalmente comprensibles de una época más sencilla, más simple y en la que las cosas estaban muy claritas.
Los dos meses que todos los años te cambiaban un poquito la vida.
Jugando con esa nostalgia, la directora hace un ejercicio autobiográfico con un respeto y una franqueza hacia sí misma y hacia los
personajes de su vida que sospechas que detrás debe haber una gran aceptación personal y mucho amor a su familia.
Y lo muestra sin grandes dramas, sin sollozos innecesarios, sin acción supérflua. Con una película
que no se centra en "grandes temas sociales" contados de una manera ajena y exagerada, sino con las sutilezas de una vida en una edad y una época en la que cada uno no éramos conscientes de lo que vivíamos o por lo menos, y no como ahora,
no nos lo narraban desde fuera para encasillar lo que sentimos en unas reacciones estándar. Sin autocompasiones. Nuestra carita buena y nuestra carita mala. Cariños: así es la vida.
Y así,
sin comerlo ni beberlo pone sobre la mesa temas espinosillos, y los conflictos que generan, y nuestra vivencia de ello, y la vivencia del resto,... y abiertamente. Con nosotros mismos y nuestros recuerdos como protagonistas. Los buenos y los malos. Y
los buenomalos.
Demuestra que siguiendo las normas básicas de honestidad y respeto, los resultados pueden llegar a ser acojonantes.
Tanto, que aguantas el llanto hasta el último momento porque no hay
nada por lo que llorar.
Porque amigos... ASÍ ES LA VIDA.
ASÍ DE PUTA.
NOTHING REALLY MATTERS.
Y no digo más porque hay que verla.
Buenas noches.