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Pues como se puede hablar de todo sin molestar a nadie, Barbra y yo hemos decidido hablar del jugador, bueno ex-jugador el Rayo Vallecano Zozulya. Porque somos súperfutboleras.

 

Por ponernos en un extremo. Asi, viviendo al limite vamos por la vida...

 

Bueno, al turron:

 

Este jugador Ucraniano fue fichado por el Rayo Vallecano este año.

 

Al llegar al club, en redes sociales y medios de comunicación aparece una foto con una escopeta (sí, Ucrania está en guerra queridos niños) y una camiseta con un escudo en el que aparece un mensaje en Ucranio. Se supone que emblema de un partido ultranacionalista y ultraderechista.

Nazi.

 

Bien, Zozulya juega muy bien al fútbol, lo sé porque soy muy futbolera, o bueno, porque para ficharlo el Rayo pues tiene que serlo. Lo digo porque es el caso oyes.

 

Zozulya niega los hechos. Hasta aquí, sin más no? Aunque no lo hubiera hecho, pues bueno, es neonazi el chaval, además en un entorno de guerra, pues hombre me imagino que estas cosas pasan, no?

 

Pero bueno, el caso es que lo niega, que no tendría por qué, porque quién somos nosotros, pero el caso es que lo niega.

 

Bueno pues la cosa es que en redes sociales la bola ha llegado en dos días a tal absurdo de odio hacia este chaval, que se dedica fundamentalmente a dar patadas a un balón, y del cuál sinceramente me la suda su ideología porque ni me lo voy a tirar, ni me lo voy a llevar a casa, ni va a hablar con mi niño para reclutarle en un grupo paramilitar ucraniano, que se ve metido en un lío de cojones con la directiva del club que no sabe qué hacer.

 

No sabe si rescindir el contrato o sacarle la cara.

 

Retomemos los hechos. Un chaval se hace una foto hace tiempo, la cuelga en una red social, desconocemos el contexto.

 

Un gilipollas ve en la wikipedia que es un escudo de un partido neonazi. Lo es.

 

Lo cuelga en twitter. Los seguidores del Rayo, grandes conocedores de la realidad Ucraniana le ponen a bajar de un guindo y exigen a la directiva que rescinda el contrato.

 

La directiva espera a que pase la tormenta pero la cosa ha llegado a la radio y televisiones.

 

La Directiva rescinde el contrato.

...

...

 

A Zozulya se le ha jodido la vida. Absurdo, ¿verdad?

 

A todo el mundo, directiva, jugador y parte de la afición se la trae floja, pero de cara a la galería no responde al modelo Disney de jugador de Primera División. Pero al final nadie le saca la cara, y oye, plasplas, lo siento, éstas son muchas camisetas, a la puta calle.

 

El tercer capítulo de Black Mirror de la tercera temporada trata de un enjambre de abejas electrónicas que sustituyen a las biológicas, ya extinguidas, que son manipuladas por un twittero y responden al hastag #killsomeone y que matan al personaje que más odio ha generado en esa jornada. A Samanta Vilar por ejemplo se la habrían cargado el día que dijo que "Ser madre te quita calidad de vida".

Así que la población, acaba matando todos los días a alguien por cosas absurdas.  Sin ser conscientes de quien es el verdugo.

 

Porque en la era en la que creemos que existe una gran libertad de expresión no se puede decir nada. Porque te pueden joder la vida.

Porque los gilipollas de turno que en su puto trabajo no se atreven a decirle a su jefe que están hasta los cojones por miedo a que les echen,  o comen el coño por no dejar de trabajar, o halagan zurullos absolutos por ser la mosca agraciada,  se atreven a opinar de algo que les es ajeno abogando por la libertad de expresión, jodiendo a gente ajena sin la más mínima piedad. Afilando el hacha sin miramientos.

 

Nos quejamos de los medios de comunicación, de nuestros políticos, pero ahora somos nosotros mismos los verdugos de nuestra propia libertad.

 

Así que sólo nos queda el modelo Disney. La Gran Mentira. Y todo ronda en conseguir este modelo, que no existe. ¿Llegará el día en que nos pregunten por nuestros hábitos sexuales, ideologia o marca de café que consumimos en una entrevista de trabajo?

Porque, queridos niños, nadie en su vida es políticamente correcto.

 

Si es queeeeee, luego nos echamos las manos a la cabeza.

 

Somos idiotas ¡joder!

 

Zozulya es nazi, me importa tres cojones. No me influye.

Clint Eastwood vota a Trump. Me importa tres cojones. No me influye. Me sorprende tito, pero me la suda. No te conozco.

A Samanta Vilar le sobrepasa la maternidad. Me la sopla.

 

Y así hemos escrito esta entrada, sin miedo, dando nombres y apellidos.

Modo ironía ON.

 

Miren, pasen y vean, ¡Barbra y yo hasta los cojones!

 

Buenas noches.

 

Y se acabo el tema ya, cojones.

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.