Entro en la sala.
Qué cosas oyes, con lo que soy yo y no me apetece que me vea ni hablar con nadie.
Ayyy, qué bonito es el Arriaga, ¿me he sentao bien? que con los asientos siempre me hago
lío y voy sola y a ver si la lío modo Brigdet Jones o modo rubia.
Bueeeno, ¡coño! si está Javi, me ha salido saludarle pero no creo que se acuerde de mi.
Ayyy, ya empieza.
Empieza bien, empieza bien, si es que venir a ver al Teatro Clásico es garantía de que no voy a salir cabreada del teatro.
Bueeeno, bien bien, Rebolledo me gusta, me gusta. Joder, qué pasada.
Coño,
esa es la Rosaura de la vida es sueño, no me acaba de encajar, pero bueno, la química con él bienbien.
OOOOOOSTIA, ya sé quién es el prota, joder con Carmelo Gómez, cómo domina el verso
el hijoputa, y bueno, todo lo demás. Puto Dios, pero por qué no trabaja más este hombre?
MMM, el padre de Rosaura en la vida es sueño, qué bueno es, y menudo tándem con el Gómez.
Don Mendo y el escribano molanmolan, sí señor, los más clásicos pero buenobueno, y el verso... Pero bueno, qué más da.
A disfrutar que lo vale, lo vale.
Y por fin, despues
de mucho tiempo, he dejado de pensar viendo una obra de teatro... ayyyy
GRACIAS JODER! Gracias por reconciliarme con el teatro.
Gracias a Javier Hernandez Simón y a Helena Pimenta
por dotar al Teatro Clásico de tintes contemporáneos para hacer todo más asequible, más humano.
La música, los cantos, el pueblo llano versus la hidalguía.... JODER QUÉ TRABAJO!
Y por hacer del teatro clásico algo no de grandes estrellas, sino un trabajo de equipo.
Lo único, no entiendo las interpretaciones femeninas en el teatro clásico, las más histriónicas
y poco creíbles.
CINCO VECES HAN SALIDO A SALUDAR Y EL ARRIAGA EN PIE. Y A LOS PIES.
Ainssss, qué agustico.
Buenas noches.
CALDERÓN
lo vale.