Hoy en día un actor debe estar presente en la redes sociales.
Permite fabricarte tu propio perfil, es gratis y tiene una gran difusión. Es una buena herramienta.
Y permite publicidad
de eventos que hasta el momento de su irrupción, era impensable.
A veces es frustrante, otras agobiante...
Tiene más cosas positivas que negativas, pero es un escaparate a veces un poco grotesco en esta profesión
que nos ha tocao.
Esto que parece una obviedad, tiene su cosa.
Hay quien tiene una gran inventiva,como aquel que se cose los cododrilos en los polos de Lacoste.
Como inflar un curriculum.
O
los que se dedican a pedir amistad en facebook a todo pichichi que en su perfil tenga la palabra actor o actriz.
Así que 50 personas tenemos agregado a alguien a quien ni dios conoce.
Te dice que le des me gusta a su página
personal, si no te mete en algún grupo de dudoso gusto.
Otros etiquetan cosas con tu nombre para que aparezcan en tu muro, lo cual, sinceramente, me parece un ataque a mi intimidad.
Luego, los agradecidos.
Gracias por agregarme
(WTF?, GRACIAS?). Tengo la sana costumbre de agregar a gente que no necesita que le de las gracias.
Y ya, en esta pescadilla que se muerde la cola, das las gracias por cualquier cosa, por la noche de ayer, por el espectáculo de tal día,
por compartir este momento con no se quién...
Aaaaaaargh.... Un poco de sentido crítico y de responsabilidad, y no sé, de autoestima y amor propio?
Como idea podía no ser mala, pero la verdad, es cansino, falso y bastante
triste.
Bastante triste es ya crearse una página paralela como actor o actriz. No lo critico, es hasta necesario.
Pero lo triste es eso, que sea necesario, porque se te necesita estéril, sin ideas propias ni pareja
ni familia.
Algo así como un nenuco cerebroemocional. Un producto preformado, de cadena de montaje.
Un cuadro, un escaparate, el resultado de una sociedad hipócrita e ignorante, que siendo la generación más potencialmente
informada, es la más perdida.
Esta mañana vi un vídeo de Amy WInehouse, uno de un concierto acústico que ofreció antes de irse.
¿Veis? Sin el feisbus no lo habría visto nunca.
Pero me ha hecho reflexionar sobre la falta de autenticidad, de talento innnato.
La ves ahí, sin hacer nada, dejando salir a borbotones lo que le sale de dentro, sin excesiva medida pero con una ejecución perfecta, siendo
como es, imperfecta y odiándose a sí misma y entonces te caes de culo y piensas cuántos Onda Vaselina estamos creando y cuántas Amys nos estamos perdiendo.
Joder, es que medimos todo, hasta los pedos que nos
tiramos. Es, de verdad, enfermizo.
Lo peor, lo peor es que nos venden que es lo que vende.
Lo peor de lo peor, que vende.
O estás fuera.
No existes o te olvidan.
O sólo lo parece?
Buenas tardes.