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Dice Arturo Perez-Reverte que nos estamos volviendo gilipollas si es que ya no lo somos.

 

Y razón tiene.

 

Todo es ocultado, la gotita de sangre, el disparo, las tripas, la caca, de dónde vienen los fieletes, cómo se cocina una langosta.

 

Hace unos pocos años, en el programa Robin Food, aparecía el buen hombretón metiendo una langosta a cocer, evidentemente viva.

En Top Chef, se cortaba una anguila viva en antena.

La red se llenó de insultos y quejas de gente a la que le parecia desagradable.

 

Bueno, desagradable es que no te den los buenos días, que se te caiga aceite encima de una camiseta, que alguien te pegue una hostia en la cara, que te den por el culo en el curro...

Eso es desagradable.

Lo otro, es la puta realidad.

 

Estamos hechos de tripas, cuando nos revienta una bomba sangramos, mucho. La gente se muere en los hospitales, a veces de "buena manera", a veces no tanto; para comer una langosta hay que cocerla viva, la anguila se mata in vivo, detras de los disparos hay muertes y familias y vidas desechas de por vida.

Ésto es la vida, así ha sido y será, sino que se lo pregunten a Goya, a Shakespeare o a Cervantes.

 

Y hay que saberlo para no acabar siendo un gilipollas meapilas.

 

Para no acabar siendo una imbécil a la que "el capitalismo le hace llorar"; cuando no conoce ni por asomo lo que es estar en el paro ni mucho menos trabajar como una mula y no cobrar.

 

Lo desagradable del tema es el tipo que se lucra poniendo en primera plana la tripa o la familia destrozada, o se regocija en el sufrimiento de la anguila  haciendo una seuencia de 30 segundos del acto.

Ahí está lo pornográfico. Lo que es ocultarlo de otra manera, convirtiéndolo en debate televisivo.

 

Porque los que vemos ésto todos los días creemos que nadie más merece saber de primera plana las desgracias que ocurren en los cuerpos, ni estar de sangre hasta las rodillas, ni ver a todas horas mierdas humanas.

Te destroza la vida. Pero hay que saberlo.

Porque no conocer de qué estamos hechos, es no vivir, o no saber dónde te la estás jugando.

 

Como dice Reverte: para despertar a alguien sobre lo terrible de una guerra, basta con enseñar las botas de un militar andando y dejando huellas de sangre.

 

"Prefiero que Goya me quite el sueño a que me lo quite cualquier hijo de puta".

Ésto último, una obra de teatro de Rodrigo García, véanla si tienen ocasión y sino, por lo menos, léanla.

 

Buenas noches.

 

 

 

 

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.