Wendergras en la orilla de la lancha motora de yacer en la siesta del hartazgo y mecenazgo de la
imposiscion subida de tono y la marca de fuera de agua de tarde de la sensacion humana ritmica
dueña de las flores y
tes fuertes chinos y la confesion inequivoca del alma mar ola espuma de la
falta de guerra sera de la extraña confusion dios fuera gente de hasta luego de huecas diezmos de
la fuerte dicha de gente fiable y la ponencia catedratica del
ente aristocratico mancha sangre
compresa vivir alas de corazon y la fuerte guerra de desdicha y ahogo en la playa de la sombrilla y
del vodka de la horrible confusion de la barba y la pantalla con gafas de sol que grita y acaricia mi
mano
en solemne compasion y herida de celos.
Tienes suerte de tener un trebol marcado en la piel de verde y la suelta de palomas se hace
ritmica al son de tambores lejanos que llaman con casacas rojas a la fiesta y al fuego
de las
cuevas dieciochescas y saltan estalactitas para hacer huevos fritos en la sarten oxidada con el gas
metano de silbido penetrante.
Amo lo que no tengo se pierden las llaves en el ascensor, corren mis playeras
buscando la calle y
la flor de loto arranca a resbalar el agua para que el paraguas desaparezca y el choto me
resguarde del frio.
La creta de los toros mediohumanos y el laberinto con hojas jaras y uniforme
con corbata mis pelo
se descascarilla en la orilla de la hierba y me observa mi manta nordica para cubrirme de calor.
Hace sol, muñecos de nieve y albahaca me surgen de las ruedas gastadas y mi mano minimano
recoge
las añoranzas de un pueblo perdido en las cavernas de un ocaso naciente hacia el futuro
presente de descendencia inequivoca y de sueños prometedores.
Corremos juntos todavia de la mano hacia las nubes el suelo y la
luz que nos crea auras verdes.
Corramos familia.
Escritura automática.
Buenas noches.