El blog, pincha aquí

El otro día vi un documental sobre la evolución del planeta y la formación de los continentes a partir de Pangea, el continente único.

 

Glaciaciones, extinción de especies...

 

Una frase se me quedó grabada: "Nuestra vida es relativamente corta para comprender la historia de nuestro planeta, cuyos ciclos son de millones de años"

 

Algo así creo que pasa con la política internacional.

 

Las alianzas internacionales son resultado de deudas, favores y conflictos surgidos y continuados desde  hace siglos.

 

Sumémosle las revoluciones industriales, el comercio, la búsqueda de combustibles, materias primas...

 

Sumémosle el descubrimiento de las comunicaciones, de la capacidad manipulativa de la información, religiones, revolución técnológica...

 

Las combinaciones son infinitas, ¿verdad?.

 

Oí hace meses por qué las indutrias arroceras españolas, a pesar de contar con producción autóctona suficiente y más barata, importaba el arroz de un país asiático.

 

La explicación era que el gobierno español vende en exclusiva sus armas a ese país asiático en conflicto con otro, a cambio de que le importe la totalidad de su arroz.

 

Flipante, ¿verdad?

 

Ni por el forro de los cojones nos imaginamos que las imágenes de las selvas devastadas para el cultivo de ese país y la imagen de los arroceros de España tirando el arroz por las carreteras porque no vale nada, tienen algo que ver. Ni mucho menos, con un conflicto entre dos países asiáticos de los que no recuerdo el nombre porque no sería capaz de situarlos con exactitud en el mapa.

 

Y que tanto un gobierno como otro son culpables. Uno por instigador, el otro por ejecutador.

 

Y que no valen ideologías, ni patriotismo ni religiones. Eso sólo sirve para convencer desde lo humano a la población de lo que no es humanamente entendible.

 

Sólo vale el puto dinero. Desde siempre.

 

Así que cuando hablamos de Siria tan alegremente y de su conflicto, me cabreo un poco, porque no vamos a ser capaces de saber todo lo que influye en él.

Y que no puede haber un debate sobre civilzaciones o respeto ante religiones. Porque simplemente, no existe.

 

En toda religión, en toda gran ideología, siempre hay un líder que usa a los pobres incautos para llevarse la pasta.

 

A grosso modo, lo que entiendo es que Siria está hasta las cejas de petróleo, que gracias a la revolución industrial de hace siglos es lo que mantiene nuestra producción de todo tipo en pie, eso se traduce en dinerito que mantiene a un país, y no seamos hipócritas, nuestro modo de vida, incluso que yo esté escribiendo alegremente este blog desde la comodidad de mi sofá.

Que unos países occidentales apoyan a un sector político sirio y otros a otro. Uno es Isis, otro el Estado Islámico y otro más moderado hasta hace poco en el poder. Todos ellos muy corruptos.

Que éstas alianzas han cambiado a lo largo del tiempo, y que los países que están detrás de cada sector político lo abastece económicamente.

A su vez, estos sectores políticos se disfrazan de mensajeros de la religión y abusan para mantener a raya a su población, la mayoría analfabeta, o simplemente, sobreviven obedeciendo fervientemente, porque sino, pues eso, te matan y tal. Pero de religión nada, monada, sólo quieren mantener su dinerito y su petróleo para beneficio propio mientras su población vive en la puta miseria o emigra acojonada, con suerte.

 

Así que no veo culpables claros.

Aquí todo el mundo miente.

Y en ambos bandos, mueren y son manipulados.

No se ha metido antes mano en Siria porque quema.

La situación era conocida hace tiempo y que sólo cuando los miles de refugiados han llamado a la puerta de Europa se ha puesto en el punto de mira porque ya no se podía esconder más. Creando una potencial crisis demográfica y económica que no se puede soportar. Vamos, que se ha ido de madre.

 

Pero también veo que la misma gente que opinaba que había que hacer algo en Siria porque  su población vive acojonada si tiene la suerte de vivir, son los mismos que ahora claman para que no haya venganza por los atentados de París.

 

Personalmente, me  importa un huevo.

Es una situación aparentemente límite, en la que podría valer todo.

Pero ni de eso me fio.

No sé qué leyes rigen ésto.

No sé que solución hay.

La solución puede estar en el arreglo de la situación Siria.

¿Cómo se arregla?

Me falta información.

Por lo que se ve, no va a ser a base de conversaciones, ni abrazos.

 

A mi que me dejen en paz.

 

Buenas noches.

 

 

 

 

 

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.