Vivimos en la era del pensamiento mágico.
Explícome.
En la era del si quieres, puedes.
Pero mal enfocado, a mi parecer.
El creer que a estas alturas, podría
dedicarme a la gimnasia rítmica.
Simplemente, no.
Realidad manda.
Mi pata se levanta hasta donde se levanta.
Y me frustraría un montón.
Es fruto de la situación difícil en la que nos encontramos, que aparentemente nos impide avanzar.. Entonces buscamos sueños. Sueños en el mundo de la fantasía para sentirnos mejor. Pero son un arma de doble filo. Nos frustran
aún más.
Aparentemente.
Para mi, no es imposible. pero hay que analizar la realidad, LA REALIDAD, y hacer el camino viable.
Teatralmente es como pensar que con el talento ya vale,
que nuestro talento impresionará a todo el mundo y ya está. Sin herramientas claras. La famosa "magia" que para mi no basta, porque es efímera. Y en la mayoría de los casos una invención para autoconvencernos o manipular
al respetable. Siempre hay truco.
Para mi es mucho más rico ser capaz de adaptarte a la realidad después de un análisis. Tomar el talento y dotarlo de herramientas que objetivamente funcionen para construir una magia
más duradera, más adaptable, más "magia", más sueño. Conjugar ambas cosas.
Nos equivocamos al pensar que ser realista es ser negativo. Para mi es al contrario, es vivir mucho más en positivo, asumes
la realidad y vives en ella para convertir tus sueños en reales.
REALES.
Lo demás para mi es un autoengaño, que es inevitable porque de otra forma no tendríamos ni la oportunidad de
soñar e imaginar. Pero siendo consciente de que nos movemos en otro plano. Que la realidad no está en nuestras ideas sino en nuestras acciones y consecuencias prácticas, y en lo que nos encontramos por el camino.
De
otra forma te vuelves un ser prepotente que piensa que está por encima de los demás, que se cree más listo y critica el trabajo ajeno, sin pensar en que lo que se muestra no es todo lo que se tiene en mente por una simple cuestión
práctica, es una evolución de un proceso maravilloso.
En el pensamiento mágico están la prepotencia, el estancamiento y la negación de los demás, la envidia, el mamoneo y la prisa por llegar a
algo que quizá no seas capaz de manejar.
Para mi es el antiamor a esta profesión.
Buenos días...
Hay que querer y fabricar el "poder", sin perder nuestros sueños por el camino a poder ser.
Facilísimo, vaya.