El gusto.
Escasea.
En el teatro y en la vida.
Por las prisas, por el pluriempleo, por todo.
Falta buen gusto. Aunque luego el proceso te lleve a hacer historias sin
el resultado deseado, o simplemente para disfrutar.
Todo es respetable siempre que se haga con honestidad, respeto y seriedad.
Pero si no parten del gusto, están bien, pero no llegan. O llegan, pero no del todo.
Cuando ves el gusto por primera vez, no puedes evitar no traicionarlo.
Es algo único. De cada uno.
Hace poco vi un video de un director de casting mexicano que hablaba del gusto. Era lo que más valoraba.
Tuvo la oportunidad de ver 6000 actores. Decía, él, que en la mayoría se veían los clichés típicos de cada estado de ánimo. Por nervios, por prisa, por miedo, todos lo sabemos.
Pero decía
él que cuando vio a Jennifer Lawrence no movió ni un músculo de su cuerpo, pero vio en sus ojos todo lo que estaba pensando, la complejidad. En ese momento debió decir: "Quédate con este nombre, es la nueva Meryl Streep".
Yo, por lo menos estoy de acuerdo.
Es lo que éste señor llamó gusto.
El gusto del actor.
Y escasea.
En todo.
En la vida, en el teatro
y en la política.
El gusto del ser humano.
Zapata, dimita, si cree en el proyecto de su partido, dimita. Sí, hay cosas más graves, pero sea coherente. Le está dando
carnaza a su oposición.
Con un era joven y tonto habría bastado.
Todos hacemos chistes negros, a veces nos reímos y otras no. Con la edad te van gustando menos. O te gustan los más finos,
los que critican con sutileza.
Porque normalmente lo hacemos con realidades ajenas y lejanas. Nadie se ríe todavía de ETA.
Hay límites. No puedes insultar u ofender gravemente sin pretender que
no haya respuesta.
Es usted ahora un cargo público referente.
Pida disculpas. Dimita para callar bocas. Sea inteligente.
Pida disculpas al padre de Marta del Castillo, que se las ha pedido.
No le quite hierro.
Diga que fue por la inconsciencia de la juventud.
Pero, ay, se ha excusado en la libertad de expresión.
Hay en el mundo gente como la de Charlie
Hebdo, que por plasmar REALIDADES incómodas todas las semanas se juega la vida.
No quiera ponerse al mismo rasero por publicar chistes sinsorgos sin reivindicación ni objetivo constructivo alguno. Vamos, por poner cosas de mucha risa en
twitter.
Diga que era tonto y ya está.
No nos demuestre lo tonto que es hoy. No sé si lo es. Pero es un consejo. Es usted un personaje público. Sea coherente.
¿Dónde están los límites?
Es una cuestión de buen gusto.
Buenas Noches.