La observación.
De todo: de lo físico, de comportamiento, emociones.
Es lo básico, ser sensible a todo eso.
Al observar nuestro comportamiento en las redes
sociales y en la web en general, se me erizan los pelos de la nuca.
Es un medio fácil, rápido y con poca memoria. Es inmediato. Con todo lo que ello conlleva.
Y queda reflejado. Siempre.
Podrías
hacer evaluación incluso de tu comportamiento y del cambio de tus opiniones con el paso de los años.
Para hacer este ejercicio hay que ser flexible y sensible al cambio.
Y aceptarlo.
No clavarte
en tu opinión sobre algo y enfangarte en justificarlo.
Cuando en la web al final son todo palabras e imagen.
Es decir, no nos define, no vale para nada realmente. Es otra de esas cosas como el Euribor y demás, que
realmente no existen son creadas por nosotros mismos, pero al final son tan influyentes que nuestra vida se basa en ello. El absurdo una vez más.
El absurdo hay que aceptarlo como parte de la época en que nos toca vivir.
Como en otras se aceptó el feudalismo o los poderes divinos de los gobernantes.
Me ha venido el tema a la cabeza por el escándalo, por llamarlo de laguna manera del caso de difteria en barcelona.
Lo que
es, es. Y punto. Que haya una industria farmacéutica que engrose su capital con las patentes y los acuerdos gubernamentales no quiere decir que las vacunas no sean efectivas. O por lo menos las que han sido obligatorias toda la puta vida.
No me voy a poner a explicar por qué, porque eso me llevaría cuatro años de carrera. Pero no vale todo. Y los hechos, son los hechos. Treinta años sin ningún caso y aparece en un niño no vacunado, no sorprende.
Que esté erradicada no quiere decir que no exista en España, es decir, viajamos mucho, hay inmigración; es decir, puede haber portadores. Pero al estar vacunados no se contrae. La vacuna funciona. Si no nos vacunamos, podemos enfermar.
El por qué el calendario vacunal es diferente en cada comunidad o región está estudiado. Es decir, se basa en estudios endémicos de brotes de enfermedades en los últimos años y en la eficacia real
de las vacunas.
La composición de las vacunas no siempre es la misma, es decir, no siempre son cepas inactivadas del mismo virus o bacteria, las hay que tienen la estrutura proteica del bicho simplemente, el toxoide, y si las cepas
inactivadas. La difteria es de toxoide, es decir es IMPOSIBLE que produzca la enfermedad.
El no estar vacunado pone en riesgo a terceros. Es como si en el brote de ébola hubiéramos dejado campar por Madrid a los posibles
contagios en pro de su libertad individual. Pues mira, no.
La solución como dicen algunas personas es tener la medicina que lo cura y respetar el derecho a decidir. Pero resulta que la medicina no es una ciencia exacta, puede que
aún así, te mueras. O mejor, quizá se muera otro. Es muy simple, no es un ideología, es nuestra naturaleza, la vida o la muerte, sobre eso no se opina, simplemente, la naturaleza ejecuta.
¿Por qué
explico todo esto, que más allá de una opinión es una realidad?
Porque en la web se leen opiniones disparatadas.
1- Que busquen el origen de la aparición de la difteria. Bien, pongamos que
es fruto de la la inmigración. ¿Cerramos las fronteras porque diez individuos no quieran vacunarse?
2- Que se tenga el medicamente. Aún así, te puedes morir, u otro.
3- No vacuno porque las vacunas contienen aluminio.
Hay frutas que contienen más aluminio.
4- Tiene efectos secundarios. Como todo en la vida. Prima el bien común (atentos los comunistas extremos).
5- Por las grandes farmacéuticas y sus acuerdos gubernamentales. Son ciertos,
pero quizá no habría que ir en contra de la vacunación, pensando que es ineficaz, algo totalmente absurdo como razonamiento. Quizá habría que luchar en contra de las políticas de patentes que mueven esa industria.
Contra la que luchó Patarroyo, descubridor de la vacuna de la malaria, que quiso venderla a un centavo para tratar de erradicar la enfermedad en África, y que recibió tales presiones que tuvo que claudicar. No es que no fuera eficaz la
vacuna, lo que era defectuoso era la vía de llegada a la población. Y aunque fuera todo una falacia, no es ético arriesgar al resto, dado el relativo poco riesgo de los efectos secundarios.
Sí, todo esto es
fruto de la inmediatez, el supuesto anonimato, y de lo que nos animamos todos al hablar de temas ajenos, el verter opiniones, sobre todo en temas que nos resultan lejanos geográfica o moralmente. Porque nos sentimos jueces objetivos. Y en la web, es
muy fácil, son sólo palabras. Y al final lo banalizamos y en lugar de discutir una realidad lo llevamos todo al terreno de la ideas.
Nos va a costar todavía conjugar la web y la realidad.
Los mismos
que opinan que la vacuna de la polio debe llegar a toda África no vacunan a sus hijos en España. los que hablan de bien común se vuelven de pronto egoístas en este tema.
Igual siempre hemos sido así.
Pero ahora la hipocresía queda plasmada.
Es un buen terreno de trabajo para observar.
Lo mejor al final, es el lápiz y el papel, nos hace bajar a tierra.
Buenas noches.