El blog, pincha aquí

Nadie sabe lo difícil que es para las pequeñas compañías organizarse y sacar adelante sus trabajos. Por muchas razones: porque no eres nadie, por falta de sustento económico, por tiempo, por mantener el rigor en el trabajo. No son excusa, eh? Que es que es así, como otras profesiones, es eso, una profesión que exige una dedicación.

 

En nuestro caso hablamos de Teatro Breve, que en teoría necesita de pocos recursos escenográficos que no actorales, necesita mucho trabajo.

 

Ni te cuento si pretendes hacer algo más largo o a mayor escala.

 

Para muestra, un botón:  el día de ayer.

 

Sales de tu trabajo cotidiano después de 7 horitas de trabajo caótico. Comes en 10 minutos del tapper que te preparaste ayer, en los diez minutos que estuviste en casa después de currar, entrevista de promoción y visionado de obras del badulake. En el caso de mi partenaire, curro y bolo el día anterior.

 

Pues eso, duermes cinco horitas después de repasar un poquillo en la camita y te levantas alegremente para ir a mordor en tu jornada habitual para acabar no encontrando el puto anillo.

 

Llegas a casa, te duchas (te aseguras de la depilación), coses tus cosicas y acudes a tu cita para buscar aparcamiento gratuito (perder dinero como que no)  antes de coger el metro e ir 20 minutos en dirección Kabiezes.

Llegas a la sala (llegamos tarde, costumbre de actores, ya ves).

Como las tolais principiantes que somos y buenrolleras dejamos que la otra compañía repase todo lo que tiene que repasar y esperamos. Y esperamos, y esperamos.

Y seguimos esperando, pero como bien han dicho, nos dejan para las 18:20 la sala para calentar, es asina, pero la espera es eterna.

En esto que llega la tele, nada, entrevista y ya cardiacas, pues mira oyes, así no nos da tiempo ni a pensarlo.

Ultimamos detalles técnicos y entra el público.

Qué decir, para esto lo haces coño, eso sí en el primer pase público frío, pero bueno, es el primero, aupa ahí.. hay que currárselo. El segundo a tope, más matices, el público más favorable y eso, adrenalina a tope leñe, que se lo merecen. Disfrutan, disfrutamos, y eso es impagable señora, impagable.

El público, la razón de ser de esta profesión.

Pues sí, es agotador.

 

Gracias Arimaktore, gracias por estar ahí para nosotros, sin grandes pasiones, sin prejuicios, sin delirios de grandeza, pisando en tierra, con cercanía, con sabiduría, ofreciendo ayuda, recursos, amando el TEATRO. Por ofrecernos a todos, público y actores, un lugar y un tiempo.

 

El día que cojees, te levantaremos.

Muchas gracias y adelante, siempre adelante.

 

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.