Bien, leyendo libro sobre Meyerhold. Bien, a poquitos que a más no me da la vida, y me gusta concentrarme en eso, lo que me gusta. No vale cualquier momento, y a veces sí.
Bueno, al turrón.
Leyendo sobre su vida se me atisba una cosa: supervivencia, pura y dura. Leo: " y decide montar..., y decide que se va a..., y decide experimentar sobre...."
Como si fuera una inspiración divina superficial. Yo, escéptica
y ceniza que es una, entreleo; que de la necesidad nace el ingenio. Una cosa se salve: no dejó de buscar bajo un criterio definido con el que supo jugar a la vida, a sus oportunidades laborales, a veces favorables, a veces no. Cambios políticos,
económicos, múltiples etapas marcadas por necesidades económicas y laborales. Pero el tío artísticamente, interpreto desde una perspectiva muy personal, que observaba y aprendía desde la humildad absoluta
lo que sucedía, como un observador de sí mismo. Vivió su vida e hizo su aportación sincera al arte. O eso quiero creer, vaya.
¿De verdad decidimos tanto? Creo que decidimos en base a lo que nos va pasando..
Quiero decir, leyendo en su día sobre obras de Moliére, su vida y su creación, aparte de quedar bastante claro que el tío escribía por encargo real para mantenerse alimentado (cuántos "Genios" Molieres andarían
trabajando en condiciones precarias, él mismo tuvo su época), me quedó también bastante claro que el pollo variaba sus textos en función de la respuesta del público o de las dotes de tal o cual actor, e incluía
versos alabando la labor real para seguir comiendo. Su genialidad se basa entonces en trabajar y trabajar sin perder el norte de su propia creación... Saber a lo que juegas, lo que en El Golpe se llaman "reglas del juego".
Al hilo
de lo que vomitaba la semana pasada, creo que nos hacemos unas pajas mentales sobre lo que debe y no debe ser acojonantes. A ver si me explico mejor, a veces nos creamos unas formas y dogmas para realizar labores, creo que porque idealizamos de dónde
deben partir. Lo que creemos la verdad entonces se convierte en farsa, de la más chunga e intransigente, de espaldas a la realidad, partiendo de micromundos absurdos que cuentan cosas desde una pseudoprofundidad que resulta falsa en algunos aspectos,
no por falta de capacidad, sino por negación de la realidad, de la de andar por casa. De ahí derivan las prohibiciones de libre pensamiento y los juicios de valor. La intransigencia, vaya, que viene derivada de la falta de honestidad.
Apertura de miras se llama, sin juicios, sin prejuicios, sin chorreces. Recordar a veces por qué te dedicas a lo que te dedicas.. Aunque sea a ratillos.
Entonces todo encaja...
Entonces todo influye.
Entonces todo
pasa.
Entonces dejas que te toque el aleteo de una mariposa.