Ahora mismo no sé.
De verdad que no sé.
No sé qué escribir.
Tengo tal lío de cosas en la cabeza, y a la vez tanto estrés por no se qué, que no sé qué escribir.
Por
una parte pienso en la crisis del ébola, en qué mal nos portamos a veces por salvar nuestro culo, hasta el punto de acusar a una moribunda por sucio poder y sucio dinero. La inconsciencia de la población ante un problema grave de salud
pública que lo banaliza y canaliza en forma de simple crisis política o problema animalista, cuando en realidad es todo mucho más frío y grave.
Por otra parte me ronda en la cabeza la Hipocresía con mayúscula,
esa que tenemos a veces cuando hablamos y se nos llena la boca con las que para mis adentros son las grandes emociones, el amor, la compasión, la asertividad, como si fueran una algo etéreo que ronda por encima de nuestras cabezas, como si no
fuera algo de nuestras vidas diarias y que nosotros conformamos. Y luego pisamos de la forma más ruin el callo al que tenemos enfrente para luego escondernos y no dar la cara. No voy a hablar de sectarismos y gurús
Pienso en los
grises, en que ni blanco ni negro y que el vino que tiene Asunción ni es blanco, ni es tinto, ni tiene color. En que soy gris, pero como ya me repito, paso de hablar de eso de no hacer daño a la gente, y de respetar al que tienes al lado como
si fueras tú mismo. Con nuestros errores, con nuestros fallos. Humildad.
No sé de qué escribir. Si no tengo nada nuevo que contar... En resumen es lo de siempre..