El blog, pincha aquí

La puta indecisión.

 

La ignorancia es atrevida dicen. Gran verdad. Ganas, ilusión, no te juzgas, no te juzgan, no tienes miedo. En parte peligroso, te subes en una nube. No hablo sólo del contexto teatral, de todas las profesiones. Esa ignorancia, en muchos casos, es peligrosa.

 

Por otra parte, cuando ves personas que empiezan a descubrir el teatro, te entra una gran ilusión, por su inocencia supongo, y por esa felicidad que te invade. Luego, cuando ya decides después de un tiempo que es algo más que un hobby y te adentras más y más, y te exiges y vas aprendiendo, es cuando vienen las hostias, y cuando vienen los bloqueos temporales y demás zarigoncias egocéntricas.

 

 

Y es que, como hablábamos Barbra y yo, CUANTO MÁS SABES, MÁS DUDAS TIENES.  Y eso conlleva más miedos, y bloqueos en parte. Sobre todo cuando emprendes un trabajo sola, bajo tu criterio. ¿Son éstas las acciones correctas? ¿Si hago ésto sin pensar, no estaré perdiendo mi criterio? ¿Cómo mezclar mi naturaleza creativa con lo que he aprendido, que es súpervalido? y siempre aparece aquella de: ésta frase ni pa dios me sale, no sé que hacer. Vaya puta mierda estpy haciendo. Nadie te prepara para eso, ni tú misma. Es comparable yo creo a montar un negocio, surgen las dudas. A veces te planteas si vales para algo, si no es un error hacerlo by your self, si estoy preparada, si no es una temeridad ante nosequésuperior. Otras veces piensas que tampoco tienes tantas pretensiones, que es lo que hay, que te gusta lo que haces, y que es parte del proceso. Entonces te relajas, y puedes trabajar.

 

 

 

Cuanto más sabes, más dudas tienes, es cierto, sí. En tu mismo caso no eres capaz de verlo, pero cuando ves a otra persona bloqueada, cabreada consigo misma (y puede que con otras mismas, por aquello del salpicar), como tantas veces te has sentido tú, porque te entran las prisas, porque ya tienes una edad, porque es muy difícil, porque te arrepientes del no riesgo,  y pasan meses y meses.... Entonces echas la vista un año o dos atrás, e incluso más.

Y entonces ves que esa otra persona ha evolucionado un montón, que es capaz de hacer cosas por sí misma porque quiere, sin necesidad de que nada ni nadie la obligue, que es  capaz de crear un universo sin darse cuenta, que no sé si sabe lo que quiere, pero sabe lo que no quiere, y que, en realidad, y aunque no lo note, en un año y medio no ha parado; lo que pasa es que dos meses de semiparón se hacen eternos. Y eso, que cada vez tienes más claro lo que no quieres (inciso: la cabeza es redonda para que las ideas cambien de dirección, luego ésta no es una ley fija) y te vuelves más selectiva, y descubres formas de trabajo diferentes que también son válidas y entonces es el cristobenditorediosqueahorasiquenotengonadaclaro.

 

Y visto desde fuera, esperas que a ti te esté pasando lo mismo, y que cuando te peguen esos bajones sea, como en este caso que estés evolucionando, y estar a la misma altura. Y piensas que es parte del proceso, que aunque a ti no te lo parezca la tierra se mueve contigo dentro, te relajas, y sigues trabajando.

 

Seguir caminando, no hay más.

Tamara 28.07.2014 17:18

Ya te digo! Seguir y seguir y aprender. Los parones son una putada, pero ayudan a reflexionar, a pensar y replantearse cosas.

Judit Lorenzo 28.07.2014 15:56

¡Amén hermana! Seguir...no hay límite gracias a...

Comentarios

16.09 | 18:20

Nasnoches, ay Rita!

27.03 | 15:58

Ceeo que he podido ser yo la inspiradora de este fantástico post. Al menos lo de la frustración y la pataleta parece que me suena. Espero ser recuperable 😂😂😂

19.03 | 21:35

Me ha encantado tu reflexión Ana y gracias por compartirlo. Un gran abrazo. Reyes Cid.
Hasta pronto

07.07 | 11:55

Aupa lander, no he podido escribir mas, pero si, hobby, en fin, eso hace que muchos trabajos sean no remunerados o de baja remuneracion.