Taptaptap.
Llegas.
Se abre la puerta.
Puede ser una habitación con cortinas azules, una mesa, una silla.
Puede ser
una cortina negra, un burro con ropa, un espejo con bombillas.
Puede ser una oficina, ordenadores, calduladora, una silla, un papel.
Puede ser el patio de una casa, macetas, escalera de pintor, la equis de unos remos.
Algo ocurre.
Algo pasa.
Esos objetos cotidianos se transforman poco a poco en material escénico, en objetos gastados, con vida, algo ocurre, algo
se transforma.
Se asoman los dueños de esos objetos.
Aparecen ante tus ojos vidas, recorridos, conflictos, palabras que se dicen y no se dicen, y que se completan en un breve pedazo de tiempo.
Flup!!
Un relámpago, que entra por tus ojos y recorre el corazón, sube a tu imaginario y se revuelve en todas direcciones.
Flup!! El tiempo justo.
Todo vale, no hay convencionalismos: caben todos los géneros, caben
todos los objetos, caben todos los espacios, caben todas las ideas, caben todas las almas. Cabemos todos.
Cuando a alguien le agarran la garganta, aparece el arte para hablar por él.
Gracias.