Una comisión formada por hombres decide sobre el futuro de la ley del aborto.
Es el pan nuestro de cada día. Un montón de decisiones sobre temas intrínsecamente femeninos tomadas por hombres. No es que no sigan una
lógica, o que no sean respetables. Sólo que siempre carecen del punto de vista femenino. Y éstos siempre permanecen en silencio.
No es tampoco que me parezca mal que los hombres den su opinión, o que enriquezcan los puntos
de vista, no a la dictadura feminista; sino que nuestra opinión y nuestra forma de pensar acaba desapareciendo.
No soy feminista, que quede clarito antes de que alguien me tache de ello. Pero es una realidad. En las grandes empresas el rol
de poder es un rol masculino. Por diferentes razones, por no poder compaginar ascensos con maternidad, por priorización de objetivos vitales, por educación, y porque nos hemos acabado acostumbrando y ya damos por hecho que es así.
Hace tiempo fui a ver "arquetipos de mujer" de Juana Lor. Hablaba de todo esto. De la necesidad inconsciente de adquirir roles masculinos para adquirir poder y respeto. Y la incapacidad de obtener ese poder y respeto con otras características,
que se reservan a roles de madre protectora, por poner un ejemplo.
El debate con mi acompañante fue claro. La protagonista del siglo XXI en el arte es la mujer. No por un hecho de liberación y protagonismo, sino porque pueden
surgir sin tapujos todas las cuestiones vitales e universales desde la visión de quien las vive. Sin filtrarse ni asemejarse a imágenes masculinas de madre, amante o esposa. En fin, que las mujeres pueden intentar contar su propia historia desde
sus vísceras, sin flitros.
Puede parecer algo obvio, pero no es algo normalizado.
Pocas actrices son las que se atreven a hacer una Ofelia real, que no esté estereotipada en papel de fiel y alelada
amante de Hamlet. Ofelia no era tonta, sigo repitiendo; otra cosa es que se lo haga o que aguante con infinita paciencia los desplantes de Hamlet; sufriendo en silencio como una perra. No feliz cada vez que recibe una carta de su enamorado, como he visto taantas
veces. Feliz, pero coño, ¿cuántas cosas se le pasarán por la cabeza al recibir esas cartas? ¿Cómo soportar que mate a tu padre por una conspiranoia? ¿Quién no se volvería loca? Pero no por
acción de Hamlet, sino por sus propias acciones. Sin olvidar que, por muy pirao que esté y por muy asesino que sea, es el príncipe heredero y si no se casa con ella su futuro está en un convento. ¡En un convento! Como
para no acabar loca.. Cuestiones ya a decidir; pero no supeditadas a la visión de Hamlet, sino a la visión de la realidad femenina de Ofelia(dependencia económica, celos, inseguridades, maternidad, dudas....).
Lorca se acerca
más a la realidad femenina, personajes como Yerma, Bernarda... Recomiendo Lorquianas de Itziar Lazkano e Iñaki Maruri para hacerse una idea global de los personajes femeninos de Lorca, que son muy, muy femeninos. Quizá el autor masculino
que más cercano está de dotar a sus personajes femeninos de toda su complejidad.
Pero bueno, a lo que iba, que el cine y el teatro por fin se están abriendo a la psicología femenina, cada vez son más las directoras
y guionistas, y cada vez más las productoras que se atreven con ello.. de lo cual me alegro.
A ver si espabilamos. Feliz semana.