Perfección técnica, personalidad, capacidad de adaptación y de cambio, inteligencia, búsqueda, curiosidad, cultura, trabajo, amor por el arte, show business, discreción no aparente, sencillez, sinceridad, honestidad,
y lo que Lorca llamó en su día "duende". Que nadie sabe por qué aparece, pero aparece, y a veces de formas extrañas.
Profundidad, lenguaje propio, liderazgo no totalitario, asertividad, no prepotencia, generosidad
escénica, dominio del tiempo-ritmo, en definitiva, virtuosismo escénico.
No esconderse para el gran público a pesar de las miradas, transgresión, provocación, coherencia, respeto por uno mismo y
por los demás, sencillez, humildad...
Capacidad de compartir, curiosidad por trabajos ajenos, no envidia, colaboración, aprendizaje contínuo, sencillez, sencillez, bendita sencillez, sacrificio...
Realidad, la suya, pero realidad.
¿Hoy en día alguien así lograría brillar en los escenarios sin renegar de él mismo, de sus orígenes, autenticidad y sin intoxicarse en exceso del mundo
del show business?
Que tita Meryl y tito Clint vivan por muchos años.
Bendita Bohemian Rapshody.
Freddy Mercury, te echamos de menos.
The show must go on.