Esto no quiere ser una crítica, más bien un comentario personal.
Después de ir al teatro el viernes la compañia que llevaba y yo nos encontramos con unas alumnas jóvenes de la escuela. "¿Qué
tal?" Nosotras, en momento subidónsubidón: "Súperguapa, menúas risas". "Ahh... joder...." (Cara morrus torcidus) "Pero es comedia, ¿no?".
Hay que ver y hacer comedia. Siempre eligiendo como espectadores montajes
que nos enseñen algo, que nos toquen en los trascendental, en los que el actor muestra su tecnica actoral stanislavskianayblablabla...
Pero qué coño.. El viernes fui a ver Campanades de Boda de La Cubana. Compañia
oriunda catalana que escribe y fabrica sus espectáculos desde hace un montón de años. Que hace lo que sabe hacer (y me huelo que una pizquita de lo que son capaces) .Y me imagino que siguiendo esta filosofía y estilo se han
convertido en unos maestros de lo suyo.
Estereotipos, tacos, humor simple pero muy bien llevado, en el que el público acaba inmerso en la historia y se emociona e identifica con todo lo que implica. Despliegue de escenografía,
momentos hilarantes, participación del público de todo el teatro, no sólo del patio de butacas (y del que te puedes llevar la foto de la boda, como la vida misma). Trabajo de improvisación y sorpresas, alusiones a personajes de
la ciudad, a acontecimientos recientes (a veces excesivos que pueden parecer demostrativos).
Giros, sorpresas, en ningún momento esperas lo que va a pasar a pesar de lo tópico de la historia, virtuosismo en el ritmo de la obra.
La actriz en el papel de vieja y nueva mujer del padre,que a pesar de ser totalmente histriónica, no desentona para nada dentro del ritmo de la historia.
Se pueden ver trabajos de observación, tiempo-ritmo, elaboración
de personaje dentro de lo que el estereotipo permite, trabajo con acciones, improvisación,trabajo físico envidiable al servicio de la obra, no demostrativo, etc... Nada, nada chirria a pesar de lo aparentemente esperpéntico que resulta
todo a primera vista, consiguen que te olvides de que estás en el teatro.
Pero lo que más, más me llama la atención es la coralidad del montaje, es decir, lo que en otros trabajos llamaríamos compañerismo y
generosidad. Nadie trata de sobresalir, de hacer la actuación de su vida, no hay lucha de egos, todo es en pro del montaje, y hay escenas corales realmente alucinantes en las que cada uno está a lo suyo pero en las que hay una escucha, una confianza
en el trabajo del otro y un respeto por lo que se está haciendo acojonantes. PROFESIONALIDAD con mayúsculas. Sin gilipolleces. Un mes en cartel y ninguna tara.. ACOJONANTE. Eso no es cuestión de dinero y de medios, es cuestión de
trabajo y mentalidad, todo en pro del público.
Envidia.. envidia sana.. y amigos, sin perder ni un ápice de autenticidad. A ver si aprendemos todos de esta lección de humildad.. ¿Que una comedia pura no
puede ser buena? Yo he visto la prueba.
Y dicho estoooo me vuelvo a mi burda vida. RIAMOS COÑO.. RIAMOS!!!